miércoles, 2 de marzo de 2016

¿Más propaganda política, menos votos?

¿Más propaganda política, menos votos?
Autor David Gómez Salas
Primera publicación:
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Todos los gobiernos en turno, informan que han alcanzado grandes RESULTADOS; según ellos, durante su periodo se avanza como nunca antes se había avanzado en toda la historia de México.
Anuncian todos los día grandes hazañas en el combate al narcotráfico y a la corrupción. Informan sobre la captura de delincuentes y limpia de los cuerpos de policía.
Todos los gobiernos en la República Mexicana (federal, estatal y municipal) anuncian importantes logros en el combate a la pobreza y presumen que el nivel de vida de la población es cada día mejor.
Según sus anuncios, hay menos pobres, menos desempleo, menos enfermos, mas habitantes con vivienda propia, más educación, mayores servicios de salud, mejores servicios de agua potable, recolección de basura y alumbrado público.
Los gobernantes declaran que el poder adquisitivo de la población aumentó, que los salarios se han incrementado porque nuestra mano de obra es más especializada. Afirman que las tarifas del agua potable, energía eléctrica y demás servicios públicos son más baratas.
La publicidad en Radio y Televisión del Presidente de la Republica, el Senado, la Cámara de Diputados, y otros gobernantes, nos dice que ellos DAN RESULTADOS, que MÉXICO YA CAMBIÓ.
Según ellos, se evalúan a sí mismos con gran imparcialidad, y nos le queda otra alternativa que reconocer que son genios, y modelo de eficiencia, honestidad y modestia.
Los gobiernos proporcionan información al Banco Mundial y demás organismos Internacionales; y de esta manera realizan los “estudios” y elaboran informes que nos reportan grandes resultados. Es decir, el Banco mundial les reporta a los países los mismos datos que ellos les proporcionaron. Los gobernantes preguntan ¿Quién puede dudar de los datos proporcionados por organismos internacionales?, y dicen que estos datos confirman sus éxitos.
Escuché en la radio a un locutor que dijo: “los que saben de economía, dicen que vamos bien. Así lo dice el Banco de México y el Banco mundial”. Mmmm… siempre en el extranjero se ha elogiado a quienes sirven a sus intereses, incluso les han otorgado reconocimientos académicos, en universidades extranjeras como premio a su capacidad,… capacidad para difundir y promover sus políticas económicas, ajenas al interés nacional.
En México la propaganda dice que en el extranjero nuestro País, tiene altas calificaciones. Así que sí usted observa zonas urbanas marginadas, deserción escolar, pandillas urbanas, tráfico y consumo de drogas, delincuencia, etc., imagine que no es real, olvídelo. De acuerdo a la propaganda, en México ya no existen desempleados, ya no hay limpiaparabrisas en los semáforos, ya nadie se va a buscar trabajo a Estados Unidos, no hay analfabetismo, desnutrición infantil, deforestación, ni contaminación ambiental, nuestra República es un Paraíso.
Podríamos anunciar que se sembraron 100 millones de árboles, se construyeron 20 millones de viviendas, se otorgaron 300 mil becas, ¿Quién los puede contar?. ¿Cómo demostrará un ciudadano común que no es cierto?. Las cifras están amarradas a nivel municipal, estatal y federal, dicen con solemnidad los publicistas.
Leí en el periódico que un político de Aguascalientes, comentaba: “los Estados vecinos, nos están ganando en generación de empleos” y allá dicen mas o menos lo mismo: Los estados vecinos nos están ganando en generación de empleo. Igual sucede en el sureste Mexicano, en Oaxaca piensan que el paraíso está fuera de Oaxaca, en Chiapas lo ubican fuera de Chiapas, etc.
En las campañas políticas los candidatos prometen combatir el narcotráfico y a la corrupción. Detener el incremento de la inseguridad, capturar a los delincuentes y limpiar los cuerpos de policía. Abatir la pobreza, detener el deterioro de la calidad de vida, oportunidades de tener vivienda propia, terminar con el analfabetismo y la deserción escolar, atender la desnutrición infantil y disminuir las enfermedades, terminar con los abusos en los precios del agua potable, recolección de basura y alumbrado público.
Prometen disminuir la perdida del poder adquisitivo de la población, reconocen que muchas familias mexicanas reciben ingresos muy bajos, se duelen por ello y prometen que MÉXICO VA A CAMBIAR.
Por eso los políticos han perdido credibilidad y su publicidad se ha vuelto ineficaz. Produce efectos contrarios a lo que persiguen, fomenta la cultura del “Sospechosismo”.
Muchos mexicanos creen lo opuesto a lo que dice la publicidad política, si dicen que no subirá el precio de la gasolina, corren a llenar los tanques de sus automóviles porque tiene la certeza que subirá.
También han identificado a locutores y periodistas aduladores y desconfían totalmente de ellos. Sí estos periodistas elogian a un político, desconfían de ese político; y si critican a un político, creen que algo bueno ha de tener ese político y por eso lo atacan. “Dime quien te alaba o te critica, y te diré quien eres”.
¿Sí se anuncian continuamente en radio y televisión alabándose ellos mismos y gastan tantos recursos económicos en publicidad, quien les cree?. Después de escuchar los anuncios tantas veces, la credibilidad se deteriora y crece el número de ciudadanos que no están de acuerdo con los enormes gastos de propaganda política y difícilmente votarán por quienes los realizan.

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